lunes, 12 de octubre de 2015

El problema de los problemas


 Todo va bien, hasta que aparece un problema. Impacto directo al perfeccionismo, fuente de energía negativa y tendencia al estancamiento en el pasado; "si hubiese..." "si no hubiese...".
Pero el problema ya es un hecho; tienes una única opción: aceptarlo y solucionarlo cuanto antes. 

Desde una perspectiva positivista, tener un problema es buena señal. Tomate un respiro y intenta responder a la siguiente pregunta: ¿ Puede existir un problema no dependiente de sujeto u objetivo? 
Un problema confirma que avanzas hacia algún sitio, por tanto vas en la dirección correcta.



Ahórrate ilusas recreaciones que escapan a tu influencia. Deja la rabia aparte, solo conseguirás alimentar tu ego. La pregunta clave es : ¿ Qué puedo hacer ahora mismo para mejorar mi situación?

Disfruta la calma y estate a la espera de la siguiente tormenta.



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